SEMANAS ANTES DE LA GÁRGOLA-CIMA
La historia de esta aventura al Abadías se remonta a hace alrededor de mes y medio desde la fecha de publicación de esta entrada (que no desde que lo leas) cuando recibo un inesperado mensaje del Mago: “tengo libre la última semana de Julio, que luego me voy a Grecia. ¿Hacemos algo?” Lo de inesperado lo escribo porque esta temporada ha sido paupérrima en términos deportivos para el Mago. Podríamos contar con los dedos de todo el cuerpo de Revilla los días que ha escalado en deportiva, y en tapia o clásica no lo quiero ni pensar.
Dicho esto, también es de menester mencionar que el nivel del Mago fluctúa lo mismo que mi salario: entre nada y 0, así que rápidamente le ofrezco un plan acorde a sus potenciales capacidades psico-físicas, no muy alejado de su realidad pero lo suficientemente exigente para que a mi me motive (que ando fuerte y rodado escalando tras la rotura de polea y la temporada de cero continuidad primaveral -vengo de encadenar un proyectito- y también ando sherpa debido a las múltiples ascensiones alpinas, las horas de bici random a pueblos abandonados de Guara y la temporada de corredores).
De todas maneras el Mago nunca está pero siempre aparece y cumple. Ese es su estado basal tanto en bloque como en deportiva y tapia, andando, esquiando y si hiciese submarinismo o natación sincronizada, también rendiría aceptablemente sin mucha dedicación.
Debido a esta capacidad camaleónica suya, le ofrezco unos días por Benasque. Desde hace días le tengo echado el ojo a la Cresta de Salenques+Tempestades+Aneto y a la clásica Sur Directa al Abadías AKA “la gárgola”. También tengo la recomendación de Chema Galve de darle a la Mosquitoexpanding + Patagonia Express en las Agujas de Pérramo, aunque esto último borderlinea mi nivel y supera con creces el suyo (intuyo, que nunca se sabe).
Así pues, el plan es comenzar por el Abadías y ver cómo evoluciona la meteo para la cresta de Salenques y, si se animaba el finde (y podía ser liberado de su trabajo) el Zorrillo, subir a las Agujas de Pérramo para rematar cuerpo y mente.
MINUTOS ANTES DE LA GÁRGOLA-CIMA
Llego a los 3 clavos (en sorprendente buen estado) de debajo del mini-techito que hay que vencer para llegar a la cima de la Gárgola. Quedan unos 10 metros, unos 3-4m de dificultad con un paso que cotan de 6a, supongo que antiguo. Veo una fisura grande con algunas falcas de madera lazadas por dentro al fondo de esta. Estoy gozando como un perro. Si tuviese más líbido movería el rabo, pero no.
He tirado los últimos largos disfrutando de la escalada en fisuras de dedos acerrojados, semi-bavaresas en estéticas bicicletas y protegiendo perfecto en cualquier rincón al que echase el ojo. No vamos mal de tiempo ya que he tirado rápido los largos previos escalando con decisión y protegiendo lo justo en lo fácil (bastante justo me atrevería a decir, jeje).

Chapo uno de los clavos y meto el Camalot rojo en la fisura. Aunque voy un poco engarrotado liberar ese final (o ese largo si se hace aislado) es perfecto para mi y liberarlo está en la agenda. Lo veo, más que factible, fácil. Las cuerdas rozan un poco (debido a un embarque previo y chapar el último clavo con una cinta corta) y hay bastantes metros hasta mi compañero. Dudo si montar reunión (y que suba el Mago y luego tirarme yo el largo) o seguir.
De repente pienso en que el Mago se ha cascado una muy buena actividad de pateo y escalada con todo lo que conlleva el no ir nada rodado ni en forma, y que se merece esos últimos 10 metros y el honor de subir primero a la gárgola y contemplar las vistas prometidas con la mirada virgen de la cordada. Ha hecho un trabajo excepcional, especialmente en el tercer largo y, en realidad, aunque le motivaba el asunto, fue ligeramente forzado a hacerla. Le digo que monto reunión, que rozan mucho las cuerdas y que voy muy cansado.
Monto R en los clavos y el Mago recupera magistralmente el largo (magistralmente pretando, jajaja) dejando un fisurero por el camino que no pudo sacar (spoiler: ni yo tampoco en el rapel) así que quedará para la posteridad de las cordadas. Me pregunta que cómo he hecho la bavaresa. Ni me acuerdo, iba gozando como un perrillo en una fiesta de oler culos. Le digo que estoy hecho caldo y que necesito descansar. Le tenía preparado el rojo para el reenvío y flasheado protecciones, falcas, manos y pies (me lo he estudiado mientras remontaba) así que acepta el reto. Cambiamos 3 cositas y comienza la escalada. Sube, protege, sube, se agarra del cordino de la falca de madera superior, sube a la repisilla y listo. Sólo queda un poco de transición y meter el 4 a cañón por si acaso y alcanzará la gárgola y/o la reunión de paraboles que vemos al lado. Punto y final de la vía e inicio de los nuevos rápeles.
El Mago está arriba y, aunque no ha pisado todavía la gárgola cuando llego yo a la reunión (liberando cómodo el largo), ha completado él primero la actividad (por lo menos la escalada, jajajaja) lo cual me hace estar orgulloso de mi poco orgullo y todavía más orgulloso de él por el esfuerzo y el empeño. Es un titán y todos los que lo conocemos lo sabemos. Si se lo tomase con más constancia no sería “el Mago”, ya que de resolver pasos en condiciones infrahumanas viene su apodo.
DÍA/S ANTES DE LA GÁRGOLA-CIMA
Unos días antes de trazar la actividad (concretamente el Sábado cuando nos íbamos el Lunes por la noche o Martes por la mañana), me comenta que antes de la aproximación quería hacer unos largos en la Torre de Marfil, lo cual me parece buena idea. Además, le insisto en ir a la Foz el Domingo a que ruede un poco, aunque yo estoy bastante tullido en general y de brazos de los 4-5 días de la ruta en kayak con Jesule.
Paso a buscarlo a casa y ya en la Foz de Zafrané, a unos 40 grados y cero seres vivos en todo el barranco, comenzamos haciendo un 6a+ que le cuesta un poco pero encadena abriendo. Vamos a un 6b+ chusquero y también encadena peleando un poco, mientras yo no porque me pego un buen cerillazo. Vamos a otra pared donde no hubiese moscas. Pienso que en otra vida o re-encarnación (en caso de haberla) debí ser un combatiente de estos insectos, porque nos tenemos un odio irracional y vienen a por mi, me duche o no. Eso o que en realidad en alguno de mis múltiples accidentes debí morir y esto es una simulación cuántica y cósmica. Entonces van a la carne muertecilla o putrefacta que se supone que soy. La cosa es que me encuentro bien.
Tan bien y vivo (creo), que tras otro 6b+ (que yo no escalo) le comento la posibilidad de ir a la cueva a probar la Dracarys a ver si me motivo a hacerla este año. Vamos y voy haciendo bastante bien hasta mitad de vía y lo engaño para probarla. Le da hasta el primer paso durillo, el cual intenta varias veces por mi insistencia y ya baja. Le doy otro pegue y, literalmente, en el tercer agarre ya no puedo más, jajajjaja así que nos vamos con la cabeza gacha para que no nos de el sol pero metafóricamente alta porque somos unos mataos con cierta valentía/inconsciencia. Hemos pasado de ir a rodar un poco a probar ambos un 8a, jajaja
Pasa el Lunes en el que, por supuesto, no descanso y voy a ver a Sofía a su nuevo destino, que me viene de paso hacia Benasque. Menos descanso todavía, jajaja, y además tengo trabajo atrasado que deberé resolver antes de la hora de marchar, que sería en torno a las 5:00 de la mañana del Martes para estar sobre las 9:00 en Benasque con el trabajo hecho, la furgo aparcada y el café preparado para subir a Cerler. Ejecuto el plan a la perfección 3 o 7 cafés mediante.
Ya en Ampriu, estreno el Palestino punk que me acompañará durante toda la semana. Idea de Jesule, que llevaba algo parecido en la ruta del kayak que le fue de lujo para protegerse del sol, mientras yo me conformaba con un pañuelo/cachirulo de San Lorenzo que tenía en una mochila.
Subimos y escalamos una vía random. Buscamos la más difícil de la reseña que llevábamos y no sé ni cual hicimos. Protegimos poco y al llegar a la cima, dudamos de hacer otra pero entre que el tiempo apremiaba por el atasco que se comió el Mago y que teníamos que preparar todo y nos esperaba una buena aproximación, me pego una buena pretada de último pseudo-largo en zapatillas y nos bajamos andando por la normal. Lo de las zapas es porque pensaba que íbamos a rapelar y ya había recuperado el anterior largo con ellas. Paso sencillo de fisura+placa en zapatillas = pretada de 7a.

Ya en las furgos, preparo la comida mientras el colega monta el tinglado del material. Comemos una ensaladita aliñada con Humus y preparamos todo para marchar, previo paso por Barrabés a ver si estaba el C4 de oferta al 25% y lo pillábamos, que así no usábamos el que nos prestó Zorrillo (4 y 3 realmente porque mi 3 es soviético de Manolo). Oferta nula, pero aprovecho para llamar al Cap de Llauset para tomar la decisión de si llevar un par de crampones por si había rimaya. Hace 3-4 semanas cuando estuve en la cresta de Cregüeña con Isaacson se veía abundante, pero nos informan de que no hacen falta. Menos peso; más calor.
Vamos a ir por Cregüeña porque para mi es mejor camino y más chulo que el valle de Vallibierna y la pista a Coronas, que sólo mola si pillas el bus, cosa que nosotros no íbamos a hacer. Yo por lo menos no pago si no es estrictamente necesario y de hacerlo, lo haría como mucho a la bajada, que dudo que llegásemos a coger el último, jeje
YA EN LA GÁRGOLA-CIMA
Nos felicitamos por el ascenso. Tomamos las pertinentes fotos cimeras rápidas y tras un par de rezos hacia la Meca (y en todas direcciones por si acaso) pidiendo para que no se nos quedasen atrapadas las cuerdas, comenzamos con el primer rapel en las anillas de fin de vía. No seguimos los rapeles antiguos a los que se debía acceder siguiendo hacia la izquierda, porque habíamos leído algo de estos y visto todas las instalaciones por el camino. Deben haberlo equipado este año (o el anterior) por los excesivos rescates por atrapamiento de cuerdas o algo similar.

A mi personalmente me daba más respeto el rapel que la escalada pero bueno, como varias de las reuniones ya estaban equipadas, por lo menos encontrar las instalaciones iba a resultar más fácil. Prestamos mucha atención en desrizar lo máximo las cuerdas en cada rapel y bordear aristas y filos mientras. La primera instalación se ve desde arriba así que la hacemos y al caer la cuerda, se queda empotrada un par de metros más arriba así que me toca desanclarme y subir a sacarla. Aprovecho para tapiar con piedrecitas el filo donde se había quedado encajada.
Proseguimos los rapeles con mucho cuidado. El segundo rapel va recto y no se ve. Preveer que esos dos largos van de derecha a izquierda y luego vuelve, así que andarse con ojo así como con la longitud del rapel, que llega justísimo a la instalación (a justo me refiero a que con el chicleo te puedes quedar sin cuerdas si son de 60m de verdad, que si son de menos te puedes quedar corto/a tranquilamente. Valorar la posibilidad de hacer nudo de tope).
El resto de rapeles nos salen limpios y en nada estamos a pie de vía. Probamos a tirar las cuerdas, a llevarlas en los muslos y lo mejor que vimos es rapelar el primero cebando cuerdas el compañero de arriba (así aumentamos la velocidad). Al finalizar el último rapel, veo unos bastones y unos crampones. Por la hora deben ser de otro día o de un rescate así que me juego un pasete expo y los pillo, así que tocará acudir a la Guardia Civil a ver si son de alguien.
Son las 20:00 casi y echamos a andar como alma que lleva el diablo (un diablo con prisa) a por las mochilas que dejamos en el vivac, a ver si podemos sortear la pedrera con luz y estar a pie de ibón o en el bosquecillo sin hacer uso de frontal. Lo conseguimos bajando bordeando el ibón por los hitos y subimos a por las mochilas.
Las encontramos a la primera y seguimos bajando a toda velocidad, no sin antes comer el fuet que quedaba y que nos dio ánimos para afrontar la laaaaaaaaaaaaaaaaaaarga bajada hasta Senarta que hicimos en piloto automático y con la desesperación propia de quien va zombie y no paga el bus de bajada por sus pensamientos antisistema y rateo de jornada laboral (el precio del bus equivale casi a 2 horas de trabajo así que 2 horas menos de trabajo… aunque 2 horas más de pateo. Paradojas que tiene todo sistema que sigue -o no- los principios de las leyes de la relatividad).
ACTIVIDAD A LA GÁRGOLA-CIMA: aproximación pesada – vivac- aproximación ligera – escalada
Aparcamos la furgo del mago en Senarta, llenamos agua en los tubos del puente y echamos a andar. A los 4 minutos nos damos cuenta (no recuerdo el por qué) de que nos habíamos dejado en la nevera los ñokis para la cena. Fail. Va el mago porque aprovecho para depositar (o más bien cavar) mis heces fecales en un hoyo de unos 4 dedos de profundidad. Vuelve y emprendemos la marcha. Cogemos la pista hasta el desvío hacia Cregüeña y vemos un coche ahí (la peña es muy vaga). Este trozo es llano pero ya el desvío se pone cuesta arriba hasta prácticamente la salida al vallecito. A un ritmo constante, subimos con las clásicas paraditas de 2-3mins cada 30mins a soltar piernas e hidratar.
Salimos a campo abierto donde llanea un poco. Paramos a echar un bocao y comer pastillas de sales de fecha de caducidad por determinar. Todavía nos queda un rato hasta el ibón y luego a saber cuánto hasta encontrar un vivac interesante. No habíamos mirado mucho la aproximación porque hasta el ibón lo hice un día random en invierno, que subí a ver donde comenzaba la cresta de los 15 gendarmes y de paso me miraba un poco esta aproximación. Mala idea.
Llegamos al ibón y vamos por la izquierda. Vamos ganando altura para quitarnos eso para el día siguiente y seguimos unos hitos hasta que empieza a anochecer y justo a tiempo, encontramos un vivac techado en condiciones aceptables. como se diría en Wallapop. Ligeramente inclinados, preparamos esterillas, sacos y los ñokis con albóndigas. El Mago come poco y tiene mucho frío porque la caminata ha sido bastante exigente para él, aunque ha subido bien y sin quejas, pero aún así ha sido dura para su sistema nervioso céntrico, que no central. Al final hemos resuelto en apenas 3 horas y 15 minutos o un poco más. Manjar!!

Me meto al saco y contemplando las estrellas me quedo dormido a gusto excepto por las 47 veces que tengo que salir a vaciar mi micropróstata. Vaya fail. A ver si voy a hacerme un tacto rectal para disfrutar, digo para mirar si le pasa algo o simplemente es el abuso del café que por cierto, bebí como un litro solubilizado nada más levantarnos a las 6:00am. Mientras el Mago baja a por agua, yo recojo todo el campamento y preparo el desayuno. Comemos y estamos ready!!
Ahora viene la liada suprema. Inútiles/aventureros de nosotros, la aproximación ligera hasta el pie de vía no la habíamos mirado absolutamente nada y encima no estábamos vivaqueando a pie de ibón como el resto de los mortales que vienen al Abadías. Por no saber, no sabíamos ni cuál era el pico Abadías de entre todos los que nos rodeaban, y eso que tenía claro cuál era el Pico Maldito y su gran Diagonal y cuando lo subí un mes antes pude ver perfectamente la gárgola, pero la inutilidad que me caracteriza para diferenciar las cosas y mi cero memoria visual vuelven a hacer que esta aproximación de entre una hora y hora y media se convierta en casi de 3 (y sin casi), ya que subimos hasta pie de la Maladeta prácticamente.
Pensábamos ingenuos que la Sur Directa y la famosa gárgola la íbamos a ver desde Cádiz por lo menos. Nada más lejos de la realidad. A lo que encontramos más o menos el pico y nos dimos cuenta de que por dónde veníamos no veíamos la cara sur, ya habíamos completado el rodeo de las 80 gárgolas, porque las veíamos en todas las paredes que mirábamos, jajaja (de hecho barajamos la posibilidad de subir alguna e intentar una nueva apertura en estilo “alpino-fatigoso”).
Con la hora más ajustada de lo previsto, llegamos a pie de vía. Podemos bordear lo que queda de rimaya por la travesía de izquierdas a derechas hasta el pie de vía “real”. No sin alguna mini equivocación, llegamos y ya estamos a pie del primer largo de escalada: la placa alisada por la nieve y el hielo, que queda descubierta en esta época del año. Nos preparamos y el Mago se dispone a ejecutar, ya que era el reparto de largos que habíamos planteado.
En alguna reseña cotaban este largo de 6a+ en A0 y en otras simplemente de 6a+ o 6b. La autoprotección se ve precaria hasta alcanzar los clavos que todo el mundo acera sin compasión. Nosotros no íbamos a ser menos, aunque posteriormente me pareció que tenía mejor adherencia de lo que imaginaba. En realidad, se entra muy frío al largo, cosa unánime en los blogs y las piadas de amigos.
Flashback: antes de llegar a Senarta, llamé al Bou y me comentó varias cosas que describiré a continuación sin introducirlo con dos puntos ni enumeración con interlineado, simplemente tras este punto y a parte. La reseña del Luichy no está bien del todo en algunos tramos (o por lo menos no es el camino más evidente). En el primer largo se va hacia la derecha o recto tras el techo, que parece en el croquis que va por la izquierda, por ejemplo. La cuerda roza en el último largo. El 2º rapel está bien justo. Cierre de flashback.
Tras un par de pretadillas, casi tantas como aceradas, el Mago llega a la primera reunión, Monta y yo recupero con un par de aceradas menos para ser exacto. Reunión de paraboles. Cambio de cacharros y procedo al segundo largo que pone V+ y en otras reseñas 6a+ o 6a+/A1. Buen baile de graduaciones. Salgo a izquierdas y pillo dos clavos. Miro un poco y me cuelgo. Cosas del directo y de venir frío y en modo A0. Meto un friend arriba, le tiro y ya salgo a una zona de fisuras y grietas con un par de pasetes tontos de cerrojos de dedos finos que no son mi caso. Se sale a una especie de plaquita lisa con fisura con un clavo al final y canto por la izquierda y ya te pasas a la izquierda por el muro para llegar a la reunión. Eso sale muy bien en casi todos los croquis.
Monto rápido y recupera el compañero aunque ya denota ciertos síntomas de fatiga. Estos dos largos se supone que son de transición en alrededor del V/V+. Sale, protege, tira bien….hasta que llega a algún sitio a unos 50 metros de cuerda donde se supone que está la reunión. Pasa el tiempo, nos escuchamos vagamente gritando los metros de cuerda que quedan, el itinerario o cualquier cosa que pudiese servir de ayuda. Mientras tanto, echo un riego y preparo el ensamble. Tras unos 15-20 minutos, sigue y salgo unos 5-10 metros en ensamble. Recupero el largo (que va completamente recto) con una secuencia final de ir fino y con un par de seguros flotantes en varios metros, por lo que ya intuyo que iba justo de material para aquel entonces.
Ya en la reunión, el Mago me dice que ha colapsado un poco mentalmente tras no atinar con la reunión (que en realidad creo que sí acertó finalmente), ir justo de seguros y tener que jugar al ensamble en terreno un poco pantanoso. Cambio de cacharros y decidimos que me iba a tirar el resto de la vía. Asumo el rol. En estas situaciones, papá nunca falla y tiro los dos largos gozando de la escalada.
El 4º largo sale en placa y va tornando hacia la izquierda por bloques y fisuras hasta llegar a dos grandes repisas una encima de la otra donde había que montar reunión. Iba a montar en la primera pero subo a la segunda a explorar. Pongo el 4 porque ya ni recordaba cuando puse el último seguro, jajaja, y desde la segunda repisa grande ya veo el largo 5 y un friend atrancado en la fisura, como había leído en alguna piada.
Recupera rápido David (sí, David) y, tras un piscolabis, salgo rápido con una mini-travesía a derechas (que ya había protegido con un micro a cañón mientras chupaba cuerda) para encarar el segundo paso de 6a de la vía. Dudo pero fuerzo en libre con un par de cerrojos de dedos y chapar el friend abandonado hasta llegar a un canto para meter los codos. Protejo y el largo sigue bien hacia derechas hasta encontrar una reunión de clavos ya en la recta final hacia la gárgola, que está justo encima a unas cuantas decenas de metros. Largo rápido si se protege lo justo y necesario para no picar suelo.
Recupera nuevamente el Mago. En estos hemos recuperado bastante tiempo, aunque vamos un poco justos para la bajada con luz. Sin más. Estamos a puntito después de la aproximación fulera donde ya hubo alguna duda y los contratiempos de la escalada. Vamos con todo. Miro el topo porque no sé muy bien qué laja dice que hay que alcanzar antes de una travesía a derechas.
Salgo recto con un par de pie-manos o manteles (he de decir que en algún momento de la vía que no recuerdo, metí una rodilla) mientras se me empiezan a engarrotar los antebrazos y pongo un fisurero del 4 tan a cañón que quedará para la posteridad o para el disfrute de sacarlo de alguien con más habilidad. Me monto en una laja y sigo a por otra muy grande que hay que escalar en bavaresa de derechas sin pies. Tiene pinta de durísima pero bueno. Me medio meto dentro, pongo un 2, un 3, trato de ver qué está pasando y… me cuelgo. ¡¡Pilla!! Empiezo el A1 casi A2 pero si remontase la fisura me encontraría la nada más absoluta. Pienso que soy un patán por no saber escalar eso que ni siquiera es el paso del largo hasta que veo un par de clavos unos metros más abajo a la derecha.
Me he fumado el cambio fácil hacia la travesía por unas prácticas no remuneradas de artifo del bueno, así que descremallero la fisura también en A1 y vuelvo a la repisa. Pillo hacia derechas, placa de paso fino, bavaresa y alcanzo la salvación. Ya veo los 3 clavos del techito así que me dirijo a ellos sin dudar ni un segundo y escalando a gusto. En unos metros podremos tocar la gárgola, y con el reposillo en esos clavos, la vía estará sentenciada.

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Coordinador de Climbinglaboratori. CCAFD. Investigador en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte: Rendimiento y Prevención de Lesiones en Escalada Deportiva. Director Técnico y Deportivo del Club de Escalada y Montaña Los Mallos.
